La adopción de la tecnología por diferentes tipologías de cliente es un hecho que tienen en cuenta las empresas a la hora de lanzar cualquier producto. Existen perfiles con necesidades distintas y por tanto, con un acercamiento distinto a los nuevos productos:
- Innovadores, son los primeros en probar o incluso desarrollar nuevos productos y más si son tecnológicos,
- Early adopters, prueban nuevos servicios y productos si creen que puede que sus funciones les benefician, influyendo en las decisiones de compra de otros grupos,
- Pragmáticos, la mayoría, prueban nuevos productos cuando ya tienen referencias positivas,
- Conservadores, son tradicionales y les cuesta adoptar productos o servicios tecnológicos; y por último,
- Escépticos, que son reaccionarios a la innovación y tecnología, por ideología o edad.
Se ha producido una brecha digital en los dos últimos grupos ya que no ha sido atendida su necesidad de relacionarse cara a cara o no se ha sabido conectar adecuadamente con este grupo de personas más senior. Sin embargo, no hay que dejar de lado que la pandemia provocada por la covid-19 ha minimizado a marchas forzadas esta brecha digital, ya que obligó a los grupos más reacios a digitalizarse durante el confinamiento, aunque evidentemente no utilicen la misma tecnología que las generaciones más jóvenes.
Analizando este contexto, cada vez son más las empresas conocedoras de que estos nuevos hábitos pueden abrir un nuevo panorama y, por ello, trabajan en buscar los mecanismos adecuados para que se sientan cómodos en sus relaciones digitales. Para ello, es importante conocer cómo utilizan la tecnología y cuáles son las principales barreras que se encuentran:
- Hacen un uso de la tecnología más responsable.
- Son cautelosos en el momento de compartir su información personal. Necesitan sentir que están en un proceso de confianza.
- Quieren conocer cada paso de los procesos online. Requieren una comunicación sencilla, directa y visual.
- Necesitan seguridad y facilidades para comprar.
- Reclaman ser atendidos por una persona humana que les ayude en las gestiones electrónicas.
¿Por qué IDon es la solución perfecta para este colectivo menos tecnológico?
Seguridad, confianza del cara a cara e inmediatez. Estos son los tres aspectos más requeridos por los clientes en sus relaciones digitales.
En un mundo en constante cambio y con el aumento continuo del fraude tecnológico, tanto en España como en el resto del ámbito internacional, las empresas cada vez tienen más claro que necesitan alejarse de procesos online tediosos y desarrollarlos en entornos seguros.
Para acabar con esta problemática, Logalty irrumpió en el mercado para revolucionar la banca tradicional, financiación al consumo, seguros y cualquier otra industria donde el cierre cara a cara de la venta se agiliza con una firma electrónica que además aporta confianza y seguridad jurídica.
IDon es la única aplicación colaborativa del mercado para realizar reuniones digitales donde es necesario identificar al cliente, gestionar subida de documentación y firmar operaciones en tiempo real sin salir del entorno de seguridad de Microsoft Team. Todo queda grabado, archivado, con la garantía jurídica de Logalty y la seguridad tecnológica de Microsoft Teams.
IDon acaba con la brecha digital acercando a cualquier cliente a conectar directamente con su gestor de manera totalmente segura y en un cara a cara que genera total confianza.
El proceso comienza con la identificación del cliente, continúa con la gestión documental, operativa y de cliente y finaliza, si lo necesita, con la firma electrónica dentro de la propia videollamada. Todo ello con la seguridad tecnológica y la garantía jurídica de Logalty y la confianza de Microsoft y generando en el cliente la mayor ventaja para satisfacer sus necesidades: ofrecer un contacto humanizado que haga sentir al cliente que está acompañado en todo momento.
Por ello, IDon es una solución muy potente, flexible y fácilmente adaptada a cada cliente mediante un proceso sin riesgos y en el que se ven simplificados los tiempos y costes.
