La suplantación de identidad: una de las estafas más comunes

Con el refinamiento de la tecnología e innovaciones como la Inteligencia Artificial, la suplantación de la identidad está aumentando. A continuación, te contamos exactamente en qué consiste y cuáles son los diferentes tipos, para que puedas estar alerta y protegerte.

¿Qué es la suplantación de identidad?

La suplantación de identidad es un delito grave que está regulado por el artículo 401 del código penal: «el que usurpare el estado civil de otro será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años». Como comentábamos, este acto ha ido aumentando con el tiempo y está viviendo un boom con el desarrollo o el perfeccionamiento de nuevas herramientas de imagen y de voz como la Inteligencia Artificial. Tanto es así que en 2022 se incluyó un nuevo delito en el Código Penal orientado a la actividad online. 

Hay varios tipos de suplantación de identidad, algunos, como la falsificación de firmas o el robo de datos bancarios llevan ocurriendo durante mucho tiempo. Otros, como las estafas por internet o por teléfono son más recientes. En general estamos acostumbrados a que este delito afecte a personas particulares, pero las empresas e instituciones pueden sufrirlo también.  

Por ejemplo, según los datos de la Asociación Española de Empresas contra el Fraude (AEECF), los sectores más afectados por el fraude son el de la banca, con un 35%, seguido por el de las Telecomunicaciones con un 26%. Además, el fraude online representa un 62% del total del fraude, que junto con el 20% del canal telefónico, suma un 82% de fraude no presencial. 

Es muy importante que seas consciente de las opciones de suplantación de identidad que hay y cómo te pueden afectar. No abras ningún enlace sospechoso y ante cualquier duda acude a la policía para evitar que el fraude tenga mayores consecuencias. 

Los tipos de suplantación de identidad más comunes

El uso del DNI

En este caso, se utiliza un DNI robado para llevar a cabo varias operaciones en nombre de la víctima. Lo más habitual es que sean actividades como pedir un préstamo. La policía cada vez está destapando más casos de suplantación de identidad mediante documentos de identificación, desmantelando redes que robaban carteras y aprovechaban los DNIs robados para actividades fraudulentas, con graves pérdidas para tanto las empresas como las personas afectadas. 

Suplantación de tarjetas o cuentas bancarias

Se roban datos para extraer dinero de la cuenta bancaria. En este caso puede ser bien a través de la tarjeta del banco, sacando dinero o, sobre todo, pagando pequeñas cantidades que no requieran del PIN, o haciendo transferencias de una cuenta a otra cuando se logra acceder a toda la información. Por lo tanto, es imprescindible bloquear las tarjetas y las cuentas bancarias ante la mínima sospecha de filtración de la información y, por supuesto, no compartir información bancaria con nadie. 

Suplantación de la identidad por teléfono

Esta estafa es cada vez más común gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías que pueden imitar cualquier registro de voz. La forma más habitual de esta estafa es la de las falsas peticiones de ayuda: los delincuentes se hacen pasar por una víctima con problemas y llaman pidiendo dinero o información sensible. Dinero para un móvil porque el que tienen se ha roto, para rellenar el saldo del teléfono, para gasolina… En general las sumas son lo suficientemente bajas como para que el receptor pague sin dudar, más aún si piensa que un ser querido está en apuros. El éxito de estas estafas es que son multitudinarias, aunque piden poco dinero en cada caso, llegan a muchas personas a la vez. 

Suplantación de la identidad por internet

Otra modalidad en auge consiste en hacerse pasar por otras personas a través de las redes sociales, el correo electrónico u otras plataformas online. En esta categoría entran las estafas de phishing, tan comunes en compañías o particulares, donde se intenta recopilar datos e información sensible a través de enlaces falsos. Otros casos son los perfiles falsos en aplicaciones de citas o en redes sociales que interactúan con las víctimas con fines nocivos. 

La suplantación de identidad cada día es más sofisticada y afecta a las empresas y los ciudadanos, teniendo consecuencias económicas y personales. Adoptar buenas prácticas en seguridad es fundamental para combatirlo. Podemos y debemos proteger nuestra identidad digital y la de nuestros clientes. Desde Logalty, hemos diseñado una batería de soluciones en torno a la verificación de la identidad para mitigar la suplantación de identidad y la manipulación de la información. 

De hecho, de acuerdo con el informe Faces of Fraud, de SAS, este tipo de fraude es una gran preocupación de los usuarios. El 89% de los consumidores quieren que las empresas hagan más para protegerlos del fraude, e incluso el 67% de los encuestados afirmaron que cambiarían de proveedor si sufrieran un fraude. Esta preocupación no repercute en el volumen de uso de los servicios digitales: el 65% los sigue utilizando, aunque hasta el 43% es cada vez más cautoloso al compartir los datos personales.  

Por otro lado, no solo debemos prevenir los fraudes, en Logalty contribuimos a fomentar las interacciones digitales seguras y eficientes en un mundo cada vez más conectado a través de las distintas soluciones de identidad: videoidentificación, verificación de identidad very-ID o la validación de documentos IDCard.